La producción de hortalizas que durante décadas fue considerada la principal fuente de economía en la Zona Media, ahora está convertida en uno de los peores negocios sobre todo por lo costoso de las cosechas, además por la falta de financiamiento.
En el 2020 aunque la producción sobre todo de chile y tomate se mantuvo a un índice parecido al de los últimos cinco años, el abaratamiento al alcanzar precios por debajo de los 5,000 pesos por tonelada durante las últimas semanas, fue la causa de abandono de algunos sembradíos, ya que a ese valor los productores prefieren no realizar los cortes porque perderían más recursos.
Al respeto Gregorio Robles López, productor local, señaló que otro aspecto negativo fue la proliferación de plagas originadas principalmente por la sequía, una de ellas la Mosquita Blanca, la cual obligó a los horticultores a tener que invertir más dinero en fumigaciones para no perder gran parte de las cosechas.
Así mismo la falta de financiamiento orilla a los campesinos a buscar otras opciones de inversión, ya que los bancos ya no prestan dinero tan fácilmente para esta actividad, por considerarla muy riesgosa.
Para la producir una hectárea de tomate y chile el inversionista debe contemplar un gasto entre los 120,000 y 150,000, cifra que cada es año es más difícil recuperar sobre todo por la proliferación de plagas como la mosquita blanca, araña roja, gusano barrenador, entre otras.
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