Una profunda tristeza atraviesa la comunidad católica de Ciudad Fernández y Rioverde por el fallecimiento del sacerdote Juan Carlos Carrera, quien hasta hace unas semanas fuera párroco de la parroquia de Santa Catarina de Alejandría.

Así lo dijo el párroco de la parroquia del Dulce Nombre de Jesús, Darío Martín Torres Sánchez, al expresar su sentir sobre la muerte del padre Carlos, así como del sacerdote de origen fernandense, Rolando Maldonado.

Dijo que la muerte de los sacerdotes causa una gran consternación y vacío, ya que la presencia de cada uno es muy necesaria en estos tiempos en que la pandemia ha lastimado a tantas familias.

Notablemente conmovido, el párroco se refirió a los sacerdotes como hermanos, ya que “somos todos una familia sacerdotal y es inevitable sentir tristeza”.

Envió condolencias a la feligresía, a quienes pidió no sentirse solos. También envío su gratitud por el apoyo y cariño recibidos durante el ejercicio del sacerdocio.

Sobre las personas que aún dudan de la existencia del virus y se niegan a tomar las medidas de prevención, el padre los invitó a no sentir las medidas sanitarias como una camisa de fuerza, sino hacerlas parte de la vida diaria.

Hizo el llamado a solidarizarse con la sociedad que ha sufrido mucho. Lamentablemente son miles de fallecidos en todos los países, por lo tanto, no se puede minimizar la pandemia que es una realidad que deja sentir toda su crudeza, concluyó.

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