Rompiendo esquemas: La única mujer a cargo de un departamento de Desarrollo Rural está en CDFDZ

En Ciudad Fernández se rompen los esquemas en cuanto a roles y estereotipos de género, al ser uno de los municipios con más mujeres al frente de departamentos de primer nivel y el único de la Zona Media y, probablemente de todo el estado en designar a una mujer para el departamento de Desarrollo Rural.

En entrevista para mirioverde.com Maricela Maldonado Reséndiz, titular de dicho departamento agradeció al presidente municipal, Alfredo Pérez Ortiz la confianza para colocarla al frente del área de Desarrollo Rural, pues es la primera vez que una administración confía dicho cargo a una mujer.

La funcionaria señala que en esta administración se rompió el esquema, porque por primera vez se demuestra que una mujer puede ocupar un cargo que tradicional e históricamente ha sido ocupado por hombres.

Dijo que es un cargo que en ocasiones resulta difícil porque se trata de trabajo de campo, estar entre milpas y animales, sin embargo, lo desempeña con mucho cariño y gracias a experiencias previas, esto no ha sido limitante para trabajar.

Agregó que han sido pocos los casos en que se ha sentido discriminada, pues siempre habrá a quien no le guste la idea de que haya mujeres al frente, pero la mayoría de la gente le ha dado su respaldo, incluyendo a los productores y ganaderos, que son atentos con ella y le tienen confianza para exponer sus problemáticas.

Aunque no tiene la certeza, Maricela Maldonado cree que es la única mujer al frente del departamento de Desarrollo Rural no solo en la Zona Media sino en todo el estado, por lo que pone más empeño para que su trabajo salga adelante.

Ante esta situación, la funcionaria hizo un llamado a las demás administraciones municipales a tener confianza en las mujeres, ya que cuentan con la misma capacidad que los hombres, tanto en conocimiento como en dedicación, en cualquier ámbito que se les designe.

También llamó a las mujeres a atreverse a romper la convencionalidad y empoderarse, pues aunque es difícil desprenderse del hogar y las costumbres, es cuestión de que se lo propongan, porque ‘si nos lo proponemos lo podemos hacer’.