“Acabo de ir a León y el comentario general es que las empresas pararon. Los curtidores no compran cueros salados, afectan a los que matan animales y lo producen, a quienes venden los químicos, y muchas empresas posiblemente ya no abrirán”, expresó el fabricante local de calzado en Rioverde con muchos años de tradición Antonino García Maldonado.

“Aquí sobrevivimos. No teníamos deudas, ahora ya las tenemos, y tuvimos que pedir prestad para paliar los meses que estuvimos cerrados: Esperemos que esto levante”, dijo en entrevista con www.mirioverde.com.

Platicando con su vecino que vende sombreros sobre la calle Madero, dijo que ahora no hay jaripeos, ni bailes, y antes de la pandemia, acudían a comprarle a él, y luego se pasaban a comprar las botas. “Las gorras se les caían o las machucaban, y luego las llevaban a lavar, pero ahora no hay nada”, argumento.

Dijo que ya el presente año 2020 entró mal, y la amenaza es que el coronavirus seguirá adelante, entonces hay que aplicar las medidas de protección, “y que ya los dejen trabajar, porque todo mundo necesita para comer”

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