Las que se encuentran no localizadas, en su mayoría regresan con bien a sus casas sin haber sido víctimas de algún delito, y su no localización está relacionada a ausencias voluntarias, cuestiones personales, problemas familiares, cambios de residencia, violencias familiares, entre otros.

Mientras que una persona desaparecida, porcentaje que es menor, es la que se desconoce su paradero y se presume, a partir de cualquier indicio, que su ausencia se relaciona con la comisión de un delito.

Ante cualquiera de estos casos se debe acudir a la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos en la capital potosina o a las Agencias del Ministerio Público en el interior del estado para la investigación correspondiente.

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