El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se enfrentará a la presión para prorrogar hasta después del 31 de agosto la evacuación de miles de personas que intentan huir de los talibanes en Afganistán, cuando se reúna virtualmente con los líderes del Grupo de los Siete (G7) el martes.
Los países occidentales están tratando de traer a casa a sus propios ciudadanos y a afganos desesperados que se agolpan en el aeropuerto de Kabul y que tratan de huir del país, pues temen a las represalias de los militantes talibanes que tomaron el control del país hace poco más de una semana.
La situación ha provocado escenas caóticas en el aeropuerto, con una veintena de muertos en estampidas y tiroteos, en medio del pánico para coger vuelos para salir del país antes de que Estados Unidos y sus aliados retiren sus tropas.
La forma de la retirada, 20 años después de la invasión liderada por Estados Unidos para expulsar a los talibanes tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, ha tensado las relaciones entre Washington y otras capitales, donde ha habido consternación por el momento y la forma en que se llevó a cabo.
En su reunión, los líderes del grupo G7 de las democracias más ricas, que incluye a Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, Japón y Canadá, se centrarán en el esfuerzo de evacuación, así como en el futuro a largo plazo de Afganistán, dijo el primer ministro británico Boris Johnson, que presidirá la conferencia.
“Nuestra primera prioridad es completar la evacuación de nuestros ciudadanos y de los afganos que han colaborado con nuestros esfuerzos durante los últimos 20 años, pero al mirar hacia la siguiente fase, es vital que nos unamos como comunidad internacional y acordemos un enfoque conjunto a largo plazo”, dijo en un comunicado.
En la reunión también se debatirán posibles sanciones económicas y la posibilidad de retener la ayuda si los talibanes cometen abusos contra los derechos humanos o permiten que su territorio sea usado como refugio para militantes, dijeron el domingo fuentes británicas.
También se hará un llamamiento a la unidad sobre cuándo y si se reconoce oficialmente a los talibanes como líderes del país, dijeron las fuentes diplomáticas.
Sin embargo, es el esfuerzo de evacuación el que probablemente dominará las discusiones. Los talibanes han dicho que el plazo del 31 de agosto es una línea roja, pero Biden ha dicho que las tropas podrían quedarse más allá de esa fecha.
Johnson habló con Biden antes de la reunión del G7, en la que acordaron garantizar que todos los que puedan abandonar Kabul lo hicieran, “incluso después de que la fase inicial de la evacuación haya terminado”.
La gestión de la crisis por parte del presidente hasta ahora ha enfadado a algunos de los aliados más cercanos de Estados Unidos.
Durante una sesión de emergencia en el parlamento la semana pasada, legisladores británicos, incluyendo muchas figuras de alto nivel del propio Partido Conservador de Johnson, se alinearon para condenar las acciones de Biden, mientras que el ex primer ministro Tony Blair describió la política detrás de la retirada como “imbécil”.
Francia ha dicho que se necesita más tiempo para la evacuación y el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, dijo el lunes que el G7 debía considerar si permanecía más allá del plazo establecido por Estados Unidos.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, dijo que había pocas perspectivas de que las fuerzas británicas se quedaran para continuar una evacuación una vez que las fuerzas estadounidenses se hayan ido.
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