Editorial de Mi Rioverde

Funcionario incómodo

El exagerado protagonismo de Hilario Loya Rico, tanto en la administración municipal como director de Servicios Municipales como en el PAN, pueden dar al traste con el proyecto de Ramón Torres y compañía, que de hecho ya está muuuuy raspado, sin embargo puede ser la gota que derrame el vaso.

El ex sacerdote trae broncas abiertas por todos lados en la administración municipal, por su trato despótico casi a todos en ese departamento, al grado de que varios le han renunciado, y es un área esencial en la administración pública, que por cierto debe estar “cerca de la gente” como se hace llamar la gestión, sin embargo lo pusieron “muy lejano” de la gente con su cambio hasta la zona de talleres municipales, ubicado casi a ocho kilómetros del centro de Rioverde, con el plan de reubicación propuesto por Loya.

Eso por un lado, el otro es que traen a vuelta y vuelta al personal. Son trasladados al centro en camionetas muy vetustas a las cinco de la mañana, porque checan allá, y luego los regresan a las 12 y media, representando un riesgo de accidente para todos ellos. Otro problema es que hay bici carros que antes dejaban en el estadio Ébano, y ahora deben llevarlos hasta la zona de talleres, lo que se hace muy injusto porque los trabajadores deben pedalear varios kilómetros.

En cuanto a Loya Rico en el PAN, que es el esposo de la actual dirigente panista, que están posesionados, y no sabemos como le hará el alcalde Ramón Torres, para detenerlo -al paso que van, más al rato será su vasallo- fue quien pasó la charola a cada uno de los funcionarios municipales que pagaron hasta 1,800 pesos para mesa y platillos en el evento de Josefina Vázquez Mota el domingo, que luego obsequiaron a mujeres, y ¿quién se podrá resistir a una plática con la senadora, y un desayuno de huevo?

El hecho no está mal. Los panistas no deben molestarse, porque se les hace el señalamiento, y si se enojan, pues algo habrá de verdad, en eso de que forzaron el evento. Lo cierto es que traen dinamismo: operaron y lograron llenar el lugar, solo que no fue tan voluntario, como se jactaron,pero lo malo sería que hubiera desvío de recursos del Ayuntamiento. ¿O sí?

En política, el dinero y el activismo, son claves, por lo pronto ellos ya andan abiertos en campaña.

Los priístas ¿Unidos?

En la finca Los Alonsos, uno de los lugares preferidos por los priístas y abogados para sus reuniones, fue tomada la protesta al Consejo Político Municipal del PRI de Rioverde el domingo por la tarde, con la presencia de la plana mayor encabezada por el dirigente estatal Elías Pesina Rodríguez, y la delegada del CEN, donde vale decir que al igual que la pasada elección, iniciaron con el pie derecho, es decir unidos.

Antes de julio del 2018, los priístas iban mas o menos bien. Registraron con bombo y platillo a su ex candidato a la alcaldía donde fueron todos, sin embargo luego por intereses diversos de grupos, se desgranaron como mazorcas, y les metieron votos hasta para llevar, con la traición de muchos priístas, algunos de ellos imposibles de evitar, porque se integraron a la presente gestión.

Ahora los militantes de verdad de ese partido desean que no pase, porque se unieron todas las corrientes internas representadas en ese partido político en la integración del Consejo, y quien vino a hacer la chamba y agrupar fue el diputado local, Mauricio Ramírez Konishi, que fungió como delegado, y se sentó con todos, logrando acuerdos.

En la protesta llegaron: Manuel Castillo, Sergio Juárez, Oscar Bautista, Arnulfo Urbiola y gente de Fabiola Guerrero, Carlos Pillado, Alejandro García, cetemistas, campesinos, mujeres y maestros, sin embargo terminado el protocolo se fueron cuando tenían preparados tamales de barbacoa y agua de Jamaica, pero dejaron solo al presidente del partido Elías Pesina y su comitiva. Se fueron rápido. Ese detalle dejó la duda de que la unidad, pudo ser de dientes para afuera. Hay que estar al pendiente.